Nathaly Alvarez
La pandemia por COVID-19 ha sido uno de los mayores desafíos para gran parte de los países latinoamericanos y entre las áreas que se vieron afectadas como consecuencia de la crisis sanitaria nos encontramos con el sistema educativo, si bien esta situación fue vista como una oportunidad para reajustar las carencias con las que contaba el sistema presencial y romper con los patrones tradicionales, se ha convertido, para el sistema educativo venezolano, en un proceso consumido por una emergencia educativa que llevamos cargando hace más de 10 años y un país socavado por la necesidad.
Foto de Katerina Holmes |
Ni los colegios cuentan con la infraestructura, los salarios o recursos para llevar adelante espacios de aprendizaje virtuales, ni los estudiantes con el acceso a internet y las herramientas digitales para consolidar su aprendizaje.
En este sentido, la ENCOVI indagó las modalidades de aprendizaje aplicadas entre la población inscrita en preescolar, primaria y educación media. Los resultados no son alentadores: Solo 35% utilizó plataformas de aprendizaje o videos para la enseñanza en línea. Acorde con la baja disponibilidad de dispositivos y conectividad a Internet entre docentes y estudiantes. 45% utilizó la impresión de materiales, guías pedagógicas. No es la opción más común debido a los costos. Se apeló a la colocación de la información en carteleras, se copió en los cuadernos, entre otras. Apenas entre 3% y 2% se apoyó en las clases por TV y radio.
Estamos viviendo momentos de dificultad en el sistema educativo venezolano, no hay suficientes plataformas, no hay herramientas ni recursos, fallan las comunicaciones, afrontarlo se vuelve más difícil para los estudiantes y los docentes. Esto aumenta la deserción estudiantil, pone en evidencia la brecha social que actualmente nos arropa, ralentiza las oportunidades para los docentes y alumnos de vivir la educación mediante procesos de aprendizaje significativos, nos limita a adaptarnos al futuro, a vivir el cambio y progresar.
Pere Marquès Graells para el año 2001 ya señalaba una idea fundamental y que a día de hoy sigue más vigente que nunca “cada vez cobran más importancia la informática, las telecomunicaciones y la comunicación audiovisual, y cada vez habrá más tareas que podremos y deberemos realizar ante un ordenador multimedia conectado a Internet” Luego de 21 años está claro que el acceso a internet y sus funcionalidades se han transformado, ya no tenemos las mismas necesidades ni deseos, pero el internet se mantiene como una pauta de actuación generalizada.
¿Qué pasa entonces con las precarias infraestructuras telemáticas de los centros educativos y de los hogares, con la baja velocidad y la decadente calidad de los servicios telemáticos? El internet debe ser un facilitador del aprendizaje, no un obstáculo más que se sume a la larga lista de escenarios decadentes del sistema educativo Venezolano.
Queremos construir una directriz común, queremos un curriculum alternativo que resuelva y cubra las necesidades de un país, queremos formar parte del cambio y desde nuestra posición brindar una solución a este problema.
Nos vemos en una próxima entrada.
Referencias
ELUCABISTA. (2021). Encovi 2021 retrata un país con mayor inequidad en el acceso a la educación, 94,5% de pobreza y sin oportunidades de trabajo https://elucabista.com/2021/09/29/encovi-2021-retrata-un-pais-con-945-de-pobreza-sin-oportunidades-de-trabajo-y-mayor-inequidad-en-el-acceso-a-la-educacion/
Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (2020). 63% de los ciudadanos no tiene acceso a internet en el hogar – OVSP
https://www.observatoriovsp.org/63-de-los-ciudadanos-no-tiene-acceso-a-internet-en-el-hogar/