Alexandra Albornoz
A partir de la pandemia ocasionada por el virus del
Covid-19 en el año 2020 han surgido grandes cambios en nuestras vidas, desde la
manera en que nos relacionamos con otros, hasta la manera en que se han venido
desarrollando las actividades académicas en los distintos niveles educativos.
La pandemia fue un suceso para el cual ninguno de
nosotros estaba preparado. Nos encontramos aislados, sin saber qué hacer, cómo
saldríamos adelante y cómo continuaríamos nuestros estudios. Sin embargo, la
vida continúa y el ser humano ha demostrado desde hace siglos la gran capacidad
que tiene para adaptarse y superar situaciones adversas. Y es así como entre la
gran cantidad de soluciones que llegaron a la situación que se estaba
presentando, los educadores encontraron en el internet una herramienta para
continuar otorgando conocimientos a sus aprendices.
A partir del año 2020 cambió de una forma radical la
forma de educar. Surgieron distintas plataformas, se comenzaron a utilizar
otras que ya existían y no muchos conocían, los docentes tuvieron que educarse
en el tema de las TICS y más. En este entonces nos dimos cuenta de que el
Internet puede favorecer bastante el proceso de enseñanza-aprendizaje debido a
la gran cantidad de información y herramientas que pueden ser utilizadas.
Es así como podemos ver que la visión de Pere Marqués
no estaba errada, pues este autor para el año 2001 ya mostraba una visión
bastante clara y consciente sobre la cantidad de beneficios que puede traer el
Internet a la Educación (y que son aquellos que podemos evidenciar actualmente),
nombrando diversos recursos para establecer comunicaciones entre los actores
que hacen vida en el aula (profesor y estudiantes) y cierto número de maneras
en las cuales se puede acceder a la información.
El internet ha tenido un gran cambio desde que el
autor expuso sus ideas (2001), ya que se han realizado distintos avances, han
surgido nuevas plataformas y se cuenta con una mayor accesibilidad al Internet
(es posible acceder casi desde cualquier dispositivo en cualquier lugar del
mundo). Y, si bien existe un cierto número de desventajas que trae el uso de
esta gran herramienta, es cierto que manejándola desde un punto de vista
crítico y responsable, puede convertirse en un gran aliado en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
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