Oriana M. Renaud P.
No es desconocido para nadie que estudiar ingeniería en informática conlleva el desarrollo de una gran cantidad de habilidades técnicas necesarias para programar computadores, como programación, algoritmos, lógica, abstracción y demás, para poder dar respuesta de manera óptima y escalable a problemas que se presentan a nivel cotidiano y a nivel industrial. Pero para poder programar estas máquinas es necesario saber cómo lo vamos a hacer, con qué recursos contamos, qué necesidades tiene el cliente y en los últimos años, el Design Thinking se ha presentado como una opción muy interesante para enseñar la importancia de habilidades blandas en este proceso a través del aprendizaje basado en problemas y proyectos.
El Design Thinking es una metodología aplicable para la resolución de problemas o para abordar desafíos, ofreciendo soluciones que responden a las necesidades reales de las personas. Aplica la forma de pensamiento y trabajo de los especialistas en diseño, integrando enfoques de distintos campos; y esta metodología se basa en 5 momentos, los cuales son Descubrir, Interpretar, Idear, Experimentar y Evaluar. Ahora... ¿Cómo se relaciona el Design Thinking con las habilidades blandas y la informática? Pues esta metodología favorece y promueve la empatía, la intuición, la creatividad y la generación de ideas innovadoras, ya que en cada uno de los momentos que desarrolla, los participantes deben trabajar en equipo, saber comunicarse, saber negociar sus propuestas e ideas, integrar diferentes puntos de vista y en línea general, hacer uso de habilidades interpersonales e intrapersonales (conocidas también como habilidades blandas), que en conjunto con las habilidades técnicas que puedan poseer, logran un desarrollo profesional integral de quienes participan en estas sesiones.
Los estudiantes de ingeniería informática pueden aprovechar la aplicación de la metodología Design Thinking para adquirir, desarrollar y potenciar habilidades necesarias para el ejercicio de la carrera en cada uno de los momentos, tales como lo son iniciativa, empatía, observación efectiva en la fase de Descubrimiento; pensamiento analítico y crítico, comunicación asertiva y atención al detalle en la fase de Interpretación; creatividad y apertura hacia las ideas y opiniones de los demás en la fase de Ideación; aprendizaje por ensayo y error en la fase de Experimentación; y auto-evaluación y auto-reconocimiento en la fase de Evaluación. En conclusión, adoptar este enfoque centrado en el usuario le permite a los futuros ingenieros informáticos no solo crear productos y servicios más efectivos, sino también mejorar la experiencia del usuario y lograr un impacto positivo en la sociedad. Integrar el Design Thinking en la cultura y los procesos de desarrollo de software puede ser un paso crucial para el éxito y evolución de la ingeniería informática en estos tiempos.
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